La debacle financiera, la recesión y el alto desempleo afectan tanto a los españoles como también a los extranjeros que llegaron para buscar una vida mejor
Madrid.- España atraviesa la peor crisis económica, política y social desde el fin de su Guerra civil (1936-1939). El desempleo alcanza el récord de la Unión Europea, con un 24,4% de tasa de desocupación; se teme una intervención del país en cuestión de días, mientras los bancos al borde del colapso por la acumulación de activos tóxicos derivados del estallido de la “burbuja inmobiliaria” quie tuvo lugar desde finales de 2008.
Ante la crisis, el Gobierno conservador de Mariano Rajoy ha aprobado en lo que lleva de legislatura cuatro ajustes. El primero fue en diciembre. El último, el mayor tijeretazo que se haya dado en la historia de la democracia española, y que incluye una suba del IVA, recortes a fondos sociales y la quita de una paga extra a los funcionarios.
El número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro, entre tanto, ha subido a 153.400 con respecto al trimestre anterior y ya son 1.728.400 las famiilas que no encuentran trabajo. Paralelamente, el número de hogares en los que todos sus activos están ocupados desciende en 252.300, hasta 8.593.700.
En un informe presentado esta semana, el Instituto Nacional de Estadística explicó que 269.486 personas han salido de España durante el primer semestre de este año. En el mismo período de 2011, la cifra de personas que dejó el país fue de 254.352.
La mayoría de los que deciden abandonar España son extranjeros. En 2012, sólo 40.625 personas de las 269.486 que dejaron España eran de nacionalidad española, mientras que de enero a julio de 2011 fueron 28.168 españoles los que se fueron al extranjero (de 254.354)
El mayor número de salidas de españoles, ya sean nacidos en el país o extranjeros nacionalizados, se produjo en el mes de junio, cuando se registraron 7.444 emigraciones.
